¿Cuántas veces compramos semillas sin saber que podemos recolectarlas nosotros mismos?

Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de recolectar las semillas es elegir una planta de calidad. Entre las plantas del mismo tipo que tengamos tenemos que observar cuál es la más fuerte.

En segundo lugar, debemos localizar dónde se encuentran las semillas de cada planta. Normalmente, las semillas se ubican en la flor o el fruto que genera la planta.

¿Cómo obtener semillas de las hortalizas más comunes?

Calabaza, habas, pepinos y melón:

En el interior de la hortaliza encontramos las semillas. Podemos extraerlas de forma fácil, limpiarlas si tienen restos de la pulpa de la hortaliza y dejarlas en un lugar fresco y seco, hasta que ya no estén húmedas.

Zapallo y Choclos

Berenjena, pepinos y tomates:

Para obtener sus semillas el proceso es un poco más elaborado.
Tenemos que elegir los mejores frutos tempranos y dejarlos madurar completamente. El paso siguiente es abrirlos y separar la pulpa del grano, que es la semilla. Tras este proceso tienen que secarse en un lugar fresco y seco.

Tomate

Morrón:

Las semillas se encuentran adentro del morrón. Tenemos que sacarlas de la fruta y dejarlas secar en un lugar fresco.

Morrón

Cebollas, puerros, rábanos, remolacha y lechugas:

Estas hortalizas florecen y es en la flor donde podemos encontrar las semillas. Para conseguir las semillas, entonces, tenemos que dejar que algunas de nuestras plantas florezcan y recolectarlas.

Lechuga

Brócoli o coliflor:

Tenés que dejar florecer la planta y le va a salir una parte central o pella. Cortá las partes laterales y dejá que crezca.
Las semillas van a estar dentro de las vainas que florezcan Si las dejas secar, se vuelven de un color marrón y ya contienen en su interior las semillas. Es el momento de cortarlas y extraer las semillas.
Podés realizar el mismo proceso con las plantas aromáticas y ornamentales por ejemplo:
Laurel, albahaca, cebollino, cilantro, eneldo, hinojo, orégano, menta y perejil.
Tras florecer, las flores se secan y es el momento de extraer las semillas, ya que permanecen en su interior. Podemos cortar el tallo que tiene las flores secas y ayudarte con los dedos para extraer la semilla que tiene cada flor.

¿Y cómo podemos almacenar las semillas?

Para almacenar las semillas es importante en primer lugar dejar que se sequen, para evitar la aparición de moho.

Para secar completamente las semillas que quieras guardar, simplemente colocalas sobre papel o servilletas, en una zona fresca y seca. Que esté bien aireada, pero sin corrientes de viento para que no se vuelen.

Una vez se hayan secado de forma correcta tus semillas, podés guardarlas en tarros de vidrio que impidan la entrada de aire, e intentar que sean de un color oscuro para que la luz del sol no las dañe o las haga germinar. Otra forma de guardarlas es colocarlas en sobres o en bolsitas de papel. No se recomienda guardarlas en bolsas de plástico ya que puede aumentar la humedad y hacerlas germinar. Después se almacenan en un lugar oscuro y fresco.

Independientemente de si las guardás en un frasco o en un sobre de papel, acordate de indicar de qué planta se trata y cuándo recolectaste las semillas para facilitar su identificación.

¡Te invitamos a que puedas hacer tu propia recolección de semillas!